El desperdicio alimentario es uno de los problemas más graves que enfrenta nuestro planeta en la actualidad. Cada año, se pierden o desperdician más de 1.300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que representa un tercio de toda la producción alimentaria. Esto ocurre mientras más de 820 millones de personas sufren hambre a diario.
El Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que celebramos cada 29 de septiembre, nos invita a reflexionar sobre esta paradoja y a tomar medidas concretas para reducir este desperdicio, tanto en nuestros hogares como a nivel global.
El Impacto ambiental del desperdicio alimentario
El impacto del desperdicio de alimentos va más allá de los recursos económicos perdidos, es un problema ambiental de primer orden. Cuando los alimentos se desperdician, no solo se desaprovecha la comida, sino también todos los recursos que se invirtieron en su producción: agua, tierra, energía, suelo, trabajo humano, etc. Además, los alimentos que terminan en los vertederos generan metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Para entender mejor la magnitud de este problema, es importante saber que si el desperdicio alimentario fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero después de Estados Unidos y China. En un mundo que lucha por reducir sus emisiones de carbono y hacer frente a la crisis climática, reducir el desperdicio de alimentos es una de las acciones más eficaces que podemos tomar.
¿Qué podemos hacer?
Desde nuestras casas son muchas las cosas que podemos hacer para reducir el desperdicio alimentario, sobre todo teniendo en cuenta que en 2022 cada hogar español desperdició una media de 65,5 kilos de alimentos o bebidas. Algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a ser parte de la solución:
- Planifica tus comidas: Antes de ir al supermercado, haz una lista de lo que realmente necesitas y evita las compras impulsivas que llevan a acumular alimentos que no se utilizarán.
- Almacena correctamente los alimentos: Muchas veces, el desperdicio ocurre porque los productos no se almacenan bien y se echan a perder. Aprender a guardar los alimentos de manera adecuada, ya sea en la nevera o en la despensa, puede extender su vida útil. Guarda siempre los alimentos más nuevos los últimos y pon los más antiguos los primeros para asegurarse de siempre consumir los que están más cerca de su fecha de caducidad o de consumo preferente.
- Aprovecha las sobras: En lugar de tirar las sobras, conviértelas en nuevas recetas. Las apps de cocina ofrecen innumerables ideas para aprovechar lo que tienes a mano, te invitamos a conocer la app ComidAprueba.
- Comprende las etiquetas: A menudo, confundimos las fechas de caducidad y las de “consumir preferentemente antes de”, lo que provoca que se tiren alimentos aún seguros para el consumo.
Al hacer pequeños cambios en nuestras rutinas diarias, podemos reducir significativamente la cantidad de alimentos que terminan en la basura y minimizar nuestro impacto ambiental.
En este Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, te invitamos a reflexionar sobre cómo tus decisiones diarias pueden marcar la diferencia: elige conscientemente, valora los alimentos y contribuye a un sistema alimentario más justo y sostenible.
Si quieres saber más sobre la problemática del desperdicio alimentario y qué podemos hacer te invitamos a asistir a la sesión virtual «Hacia la reducción del desperdicio alimentario» organizada por HISPACOOP y en la que participaremos junto con Isabel Sierra Alonso y Judith Gañán Aceituno de la Universidad Rey Juan Carlos, Pauline Bonnier del Supermercado Cooperativo La OSA y Nuria Riba Pérez de la cooperativa valenciana Consum.