En un mundo marcado por la crisis climática, el sector agrario se enfrenta a una situación difícil teniendo que hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos, la degradación de suelos y la pérdida de biodiversidad, mientras se le exige mantener un nivel alto de producción. En este contexto la agroecología surge como una respuesta a los desafíos a los que se enfrenta la agricultura contemporánea. Pero, ¿qué es exactamente la agroecología y por qué es importante apoyarla?
¿Qué es la agroecología?
La agroecología es una forma de entender y practicar la agricultura que integra el conocimiento científico y las prácticas agrícolas tradicionales, para entender cómo funcionan los ecosistemas naturales y así aplicarlo en la producción agraria. Pero la agroecología no solo se enfoca en los aspectos técnicos y científicos de la producción agrícola, sino que también considera las dimensiones socioeconómicas y culturales, promoviendo prácticas agrícolas que sean ambientalmente sostenibles, socialmente justas y económicamente viables.
A diferencia de la agricultura industrial, que se basa en el uso intensivo de insumos químicos y los monocultivos, la agroecología promueve la diversidad de cultivos, la utilización de recursos locales y la integración de prácticas tradicionales con conocimientos científicos.
La importancia de apoyar la producción agroecológica
Este tipo de manejo agrícola permite reducir la dependencia de productos químicos sintéticos como fertilizantes y pesticidas, que pueden contaminar el suelo, el agua y el aire. Al fomentar prácticas agrícolas que imitan los procesos naturales, se mejora la salud del suelo y la biodiversidad. Así los sistemas agroecológicos son más resilientes al cambio climático, sobre el cuál además contribuyen a mitigar al aumentar la captura de carbono en el suelo.
Esta resiliencia se consigue en parte gracias a la diversificación de cultivos que además ayudan a asegurar una producción alimentaria estable, reduciendo la vulnerabilidad a las crisis alimentarias. Pero el manejo agroecológico no solo contribuye a la seguridad alimentaria de la población, también a su seguridad económica ya que apoya a las comunidades locales al promover sistemas agrícolas que son económicamente viables y socialmente inclusivos. Al reducir la dependencia de insumos costosos y mejorar la autonomía de los agricultores, se fortalecen las economías locales.
Así adoptar y promover la agroecología no solo beneficia al medio ambiente y a las comunidades locales, sino que también asegura una producción alimentaria sostenible y segura para las futuras generaciones.