Como estadounidense que asiste a una universidad en el extranjero en Escocia, y actualmente vive en España, he entrado en contacto con diversos enfoques sobre el consumo sostenible de alimentos y diferentes paisajes alimentarios, así como con diferentes perspectivas en la manera en que nos alimentamos. Se debe tener en cuenta que mi experiencia y la mayoría de mis interacciones con los alimentos y sus productos en ambas naciones han tenido lugar en áreas urbanizadas que no representan la totalidad de cada nación. Muchos escoceses y estadounidenses viven en áreas mucho más agrícolas y rurales y tienen diferentes experiencias con sus alimentos. De ninguna manera tengo la intención de afirmarme como alguien con identidad británica o escocesa, pero después de vivir allí durante dos años, busco compartir mi experiencia con la gastronomía en Escocia como una forma de investigación y comparación de la cultura alimentaria con los Estados Unidos. En este artículo, me centraré en la sostenibilidad de la agricultura y el contacto personal con los alimentos como una forma de evaluar y discutir la sostenibilidad de la gastronomía.
Estados Unidos
Los Estados Unidos son masivos en comparación con Europa, con una superficie terrestre de 9.147 millones de km², en comparación con la superficie terrestre de la Unión Europea, que es de 4.238 millones de km². Además, la superficie terrestre del Reino Unido es de 241.930 km² y la de Escocia solo de 78.352 km². Los Estados Unidos son más de 9 millones de km² más grandes que Escocia, y esta diferencia es casi imposible de imaginar. Por esta razón, obviamente hay muchas diferencias en el paisaje alimentario y la sostenibilidad alimentaria. Soy del estado de Virginia y vivo en el área del norte de Virginia cerca de Washington, D.C.
En los Estados Unidos, la mayoría de mis compras de alimentos se realizan en el supermercado o en grandes corporaciones como Harris Teeter, Safeway y Whole Foods. Los diferentes mercados tienen diferentes matices, con Whole Foods centrándose mucho más en productos “orgánicos” y algunos locales, y Safeway y Harris Teeter en marcas nacionales procedentes de la agricultura convencional, con una selección “orgánica” más pequeña y sin ofrecer productos locales.
En mi área local también hay mercados de agricultores los fines de semana, donde los vendedores de panaderías y granjas locales en Virginia, Virginia Occidental y Pensilvania vienen a vender sus productos y productos frescos de granja, que a menudo incluyen verduras como lechuga, tomates y pepinos, frutas como manzanas, melones y bayas, carnes como pollo, cerdo y ternera, así como artículos como huevos, panes, mermeladas y miel. Estos artículos proceden directamente de la granja y los compradores pueden estar seguro de que son orgánicos y frescos, al mismo tiempo que apoyan a los agricultores y la economía local. Sin embargo, mi experiencia con los mercados de agricultores no es la más común, ya que en muchas áreas de los Estados Unidos son mucho más difíciles de encontrar.
Esto se puede ver en los desiertos alimentarios, que el USDA (Departamento de Agricultura) define como «partes del país carentes de frutas frescas, verduras y otros alimentos integrales saludables, que generalmente se encuentran en áreas empobrecidas. Esto se debe en gran parte a la falta de tiendas de comestibles, mercados de agricultores y proveedores de alimentos saludables”. Alrededor del 8,4% de la población de los EEUU o 23.5 millones de personas viven en vecindarios de bajos ingresos que están a más de una milla de un supermercado.
Los Estados Unidos son afortunados en tamaño y tierra cultivable, y en 2012, el 52% de la superficie de los Estados Unidos se utilizó para la agricultura. Estados Unidos es también el principal productor y exportador de maíz del mundo, y se estima en el año 2016/2017 que se cultivaron 14.6 mil millones de bushels (1 bushel = 27 kg) de maíz, con aproximadamente un 17% exportado a más de 80 países diferentes.
Con más de la mitad de la tierra en los Estados Unidos utilizada para la agricultura, ¿qué cantidad es sostenible y dónde coloca a los Estados Unidos en la perspectiva mundial? El Índice de Sostenibilidad de los Alimentos clasifica a los Estados Unidos en el 33° lugar entre los 67 países evaluados en agricultura sostenible, que describen como el “promedio ponderado de los indicadores en la categoría de agua, tierra, emisiones y usuarios de la tierra”. En general, incluyendo el desperdicio de alimentos y los desafíos nutricionales a que se enfrenta el país, junto con el papel de la agricultura sostenible en los Estados Unidos, su puesto en la escala debe ser algo mayor que 26 de 67.
La extracción de agua también es un factor importante a considerar en el alcance de la sostenibilidad, ya que puede provocar estrés hídrico o escasez y puede alterar los recursos naturales de agua dulce. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la agricultura representa el 69% de la extracción de agua del mundo. De la extracción total de agua en los EEUU, el 40,22% se retira para la agricultura, cifra elevada en comparación con la del Reino Unido, el 10,21%.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que los EEUU son 8,9 millones de km² más grandes en superficie terrestre y que el Reino Unido tiene 17,6 m de hectáreas de tierras agrícolas, mientras que los EEUU tienen 152,3 millones de hectáreas. Sin embargo, el impacto agrícola sobre el agua y su relación con la sostenibilidad sigue prevaleciendo. Las corporaciones más grandes y las granjas mayores consumen mucha más agua y tierra que las locales y son más propensas a alterar el medio ambiente con el uso de pesticidas y la extracción de agua.
Fotografía: Wisconsinpics en Pixabay.
La compra sostenible, el apoyo a la economía local y los alimentos beneficiosos para la salud se han convertido en un movimiento en muchas partes de los Estados Unidos. El hecho de que una cadena nacional de comestibles como Whole Foods venda productos locales refleja este movimiento. Sin embargo, no debe pasar desapercibido que Whole Foods es mucho más costoso y tiene la imagen ser elitista y burguesa, y de abastecer a los estadounidenses ricos. La desafortunada realidad es que los productos orgánicos y sostenibles son más caros, ya que no se producen en masa, y que muchos estadounidenses no pueden pagarlos. Para la mayoría de los estadounidenses, la compra de alimentos se realiza en tiendas más comunes y menos costosas, como Walmart y Costco, que a menudo no ofrecen ningún producto local ni orgánico. Se deben tomar medidas por parte de las grandes corporaciones y el gobierno para avanzar hacia un futuro más sostenible, posiblemente controlando su extracción de agua, el uso de pesticidas y asegurando la biodiversidad, para permitir que los estadounidenses tengan cada día más acceso a productos sostenibles.
Escocia
Cuando uno piensa en la comida escocesa, lo que más viene a la mente es el haggis, el salmón y el whisky, o algún plato más británico como el pescado con patatas fritas. Muchas tiendas y restaurantes venden estos platos, pero al igual que en casi todas partes en nuestro mundo tan globalizado, Escocia también contiene muchas cocinas globales, las favoritas de muchos escoceses. Mi experiencia con la sostenibilidad y los paisajes alimentarios en Escocia es mucho menos extensa que mi experiencia en los Estados Unidos. Vivo en la pequeña ciudad de St. Andrews y hago la mayor parte de mis compras en el Tesco Metro, que es muy pequeño en comparación con las tiendas de comestibles de los Estados Unidos a las que voy. Hay un Morrison, que es un gran supermercado cercano, pero es más difícil de acceder ya que no tengo un automóvil y, comparativamente, Tesco está a unos 3 minutos a pie de mi apartamento. Esto significa que la mayor parte de mi experiencia culinaria en Escocia proviene de un pequeño Metro Tesco, que definitivamente no es representativo de toda Escocia o el Reino Unido.
Encuentro que en Tesco publicitan y venden muchos productos «británicos». Como supermercado nacional, en mi experiencia, Tesco vende muchos más productos locales que los de Estados Unidos. Hay fresas británicas, carne de res británica, pollo británico, miel británica, huevos británicos y otros artículos etiquetados como «británicos» que a menudo marcan claramente el origen en el Reino Unido de donde proviene el producto. Por ejemplo, he comprado una caja de fresas británicas que establece el origen como Fife, que es el condado local de St Andrews. Otras veces el origen no está tan detalladamente especificado, se encuentra en algún lugar de Inglaterra. El Reino Unido también es mucho más pequeño que los EEUU, por lo que un artículo fabricado o producido en “Britain” podría considerarse un producto local para todo el Reino Unido. Los productos «británicos» también tienden a tener el mismo precio o a ser solo una o más libras más caros que los productos no británicos.
En comparación con los Estados Unidos, mi experiencia en la compra de alimentos en Escocia es que las tiendas contienen muchos más productos etiquetados como de origen nacional. No estoy seguro de qué anunciaban las tiendas antes del Brexit, pero es lógico suponer que el Brexit posiblemente haya fomentado este etiquetado y disponibilidad, ya que si se lleva a cabo la separación de UK de la UE, los precios de las importaciones extranjeras aumentarán. Encuentro que el acceso a productos locales en supermercados y tiendas de grandes marcas está mucho más disponible en el Reino Unido que en los Estados Unidos, y que los artículos locales no tienden a ser tan caros como en los Estados Unidos.
En el Índice de Sostenibilidad de los Alimentos, el Reino Unido está clasificado como el 24º de 67 países, dos por encima de los Estados Unidos. Sin embargo, para la agricultura sostenible, el Reino Unido ocupa el puesto 55 del Índice, en comparación con los EEUU, que están en el puesto 33. La investigación muestra que el Reino Unido se está quedando atrás en la agricultura sostenible. Cuidar la agricultura es esencial para mejorar la sostenibilidad de los alimentos, ya que a nivel mundial, la agricultura es el segundo mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero creadas por el hombre, lo que lo convierte en un importante contribuyente al cambio climático.
A modo de conclusión
Nuestro contacto con la comida es esencial para nuestro estilo de vida. Lo que comes se ha convertido en una forma de identidad, ya sea cultural o política. La comida y la gastronomía son fundamentales para la humanidad y los valores humanos, nos definen, fomentan la creatividad y nos permiten experimentar nuestras vidas y el mundo a través del gusto y el sabor. La gastronomía es crucial para todo el mundo, y nuestro contacto con los alimentos y cómo esto afecta a nuestra comunidad y al medio ambiente debe considerarse de la mayor importancia. Para lograr una gastronomía más sostenible, cada vez más personas deben conocer y apreciar sus productos locales y considerar el impacto ecológico de nuestro modelo alimentario.
Comprar productos locales y sostenibles no es una opción para todos, pero simplemente ser más consciente e intentar algunos cambios, como consumir menos carne o incluso ponerse en contacto con el gobierno local, puede ofrecer algunas soluciones. Los alimentos no son la única causa del cambio climático, ya que la mayoría de las emisiones provienen de la energía de las corporaciones y la industria, pero tratar de tener alimentos más sostenibles nos beneficiará en forma de una mejor salud y en la reducción de nuestra contribución personal a las emisiones causantes de la crisis climática.