Según la RAE se define la dieta mediterránea como: “Régimen alimenticio de los países de la cuenca del mar Mediterráneo basado preferentemente en cereales, legumbres, hortalizas, aceite de oliva y vino”.
Como todos sabemos, España es uno de los países más turísticos del mundo. El turismo es una de sus principales fuentes económicas y nos aporta numerosos beneficios. Aparte de potenciar la economía nacional, también contribuye a que nuestra cultura se expanda internacionalmente, lo que resulta de gran ayuda para que la gastronomía se sitúe en el lugar que está.
Es curioso que el término dieta mediterránea varíe tanto de unas personas a otras, para algunos significa una cosa y para otros es algo totalmente diferente. Como se ha definido anteriormente, es una dieta que se lleva a cabo fundamentalmente en los países bañados por el Mediterráneo. ¿Esto quiere decir que en algunos países europeos y cercanos a España como Portugal, Alemania o el Norte de Francia no se consumen productos de origen mediterráneo?, ¿o qué el Norte de España, al no ser bañado por este mar tampoco se haga?
Estas son algunas de las preguntas que generan controversia, pues bien, además de lo que diga la RAE, la dieta mediterránea es una costumbre y un conjunto de tradiciones que han pasado y pasarán de generación en generación.
El aceite de oliva, por ejemplo, es un producto característico mediterráneo y que se consume en absolutamente toda la Península Ibérica y en muchos otros países tanto europeos como del continente africano (Italia, Norte de África, Grecia, Sur de Turquía, entre otros) como se observa en esta imagen:
Los demás productos característicos de la dieta mediterránea como los cereales, las legumbres, las hortalizas o el vino también se consumen en más países aparte de aquellos que pertenecen a la cuenca mediterránea.
Con esto se deduce que este tipo de régimen alimenticio no solo se practica exclusivamente por el tipo de comida que se consuma en un determinado país sino que es fruto de un conjunto de costumbres y tradiciones propias del territorio en cuestión.
Por ejemplo, el norte de África, Marruecos, Argelia o Túnez, son países muy cercanos a la península ibérica, pero sin embargo su gastronomía dista mucho de la nuestra. Tienen productos diferentes a los nuestros en muchos casos, distintas formas de cocinarlos y sobre todo sus sabores no tienen nada que ver con los que nosotros solemos consumir.
Sin embargo, aunque no aparezca en la definición oficial, otros muchos productos característicos de la dieta mediterránea como la patata o el tomate no son originarios de nuestro continente, sino del americano, pero que tanto nuestro país como los citados anteriormente han sabido adaptar perfectamente a esta dieta transformándolos en productos casi imprescindibles para nosotros.
Y tú, después de esta información, ¿sabrías responder a la pregunta de qué es para ti la dieta mediterránea? ¿Se basa en el origen de nuestros alimentos o en cómo los hemos utilizado a lo largo de los años? La respuesta a esta última cuestión es evidente que es lo segundo; el origen de esta costumbre alimenticia se basa en la forma de cocinar los ingredientes y como los consumimos, no en el origen. Tenemos la suerte de que en España se goze de una amplia gama de platos elaborados con productos tanto autóctonos como alóctonos, pero que de una u otra forma hemos adaptado a nuestros gustos y eso ha hecho que este país ofrezca infinidad de opciones culinarias para poder conocer realmente lo que es su particular versión de la dieta mediterránea.
Fotografía: Aceite de oliva. Steve Buissinne en Pixabay.
El cuidado del planeta debe enseñarse en la escuela. Las personas mayores a veces no comprenden el grave problema del uso del plástico, etc. Hay que poner en marcha un mecanismo muy aceitado para evitar la degradación. Tengo nietos en Colombia que nunca escucharon hablar del pro